Anhelo tu Dulzura (feat. Ricardo Claure Peñaloza)

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Jonathan P.

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No, no, en este corazón de carne y sangre
No podemos lograr tu Dulzura
No podemos, no podemos, no podemos,
Solamente con tu ayuda

Solamente con tu ayuda
Podremos ser llenos de entrañable misericordia
Podemos ser llenos de entrañable dulzura,
De entrañable compasión,
De entrañable consuelo,
De entrañable ternura,
Solamente contigo mi Jesús

Que no soy digno eso lo sé pero pensé
Que mi fe te agradaría y cambiaría hasta mi vida
Si solo por un día pudiese ver tu rostro
Solazarme en la Dulzura de tus ojos

Contemplarte y olvidarme de que existo
Acercarme más a ti atraído por el ritmo
Que me marca tu amor y lograr estar tan cerca
Tan cerca del vaivén de tus latidos

Sin ruidos, vencido, rendido, decido
Ofrecerte mi vida en sacrificio
Este es el amor que por ti siento desde muy dentro
Por tanto que de ti he recibido

Son cortos mis versos pero reflejan
Lo extenso de mi amor que en ti espera
Grandes bondades que añades
No hay nadie, tú sabes
Que como tú sea el Dueño de mis planes

Y es que tu Dulzura me conquistó
Me atrapó y mis ojos te anhelaron
Se llenaron de esperanza
Tu gracia es fragancia en mi alma
Para traerme hasta tus atrios

No tengo nada que ofrecerte
Solo mi vida y este quebrantado corazón
Lo único que quiero es poder verte
Tu voluntad es el camino
Para mi no hay otra opción

Con sublime ternura curas las heridas infringidas
Por tristezas del pasado
Es normal que te estime con locura
Capturas la atención del corazón enamorado

Nada puedo hacer fuera de ti, lo comprendo
Respiro al abrigo de tu viento recio
Yo el pámpano, tú la Vid Verdadera
De gran valor, eres mi Perla de Gran Precio

Y lo que vengo a decirte es que Te Amo
Y que anhelo ser tan dulce como tú
Mi Amado Jesús
Deseo esta virtud con prontitud
En la quietud de tu Lugar Santísimo

Mientras mis lágrimas recitan un himno íntimo
Mientras el canto de mi alma te habla de lo ínfimo
Que me siento a tu lado
Mira mi bajeza, tu grandeza me supera
Ya mis fuerzas me han dejado

¿Y que puedo hacer? si no rendirme
Ser como aquella mujer de convicción firme
Aquella que lloraba abrazada de tus pies
Su perfume derramaba, ella adoraba con todo su ser

Ahora yo también
Déjame besar tus heridas, apoyar mi mejillas
Empapadas de mis lágrimas que brotan por amor
Clamando por lo dulce en tu mirada y en tu voz

Nada de valor, si el sabor amargo me define
Duro corazón lucha sin razón
Por pintar de color agrio el carácter que me oprime

Mi copa no satura de dulzura
Para brindar como tú mi Dios
Con tu voz inconfundible

Capaz de transformar aguas amargas
En audibles manantiales de dulces palabras
Que consuelan mi alma cuando el dolor me acompaña

Sin ti mi Salvador no puedo lograrlo
Carácter más dulce que la miel
Imposible alcanzarlo
Solo mirarlo y vislumbrarlo a lo lejos

Tengo complejo de color amargo
El camino se hace largo si cargo el letargo en mi corazón
Ahora entiendo me falta tanto
Para ser parte de tu dulzura y sublime gloria
Esta es mi primera conclusión

Y mi simple entendimiento
No puede albergar la inmensidad de tu Dulzura
Ahora mas que nunca sé
Que solo llenándome
En tu Presencia de la esencia de tu ser
Podré ver

Lo que significa la Dulzura en tu carácter
Y darme cuenta que algo así no fluye en carne y sangre
Por favor Señor ayúdame
Solo contigo alcanzaré
Cualidades entrañables

¡Cuántas veces fallé!
Y mis palabras fueron instrumento para el oprobio
¡Cuántas veces me equivoqué!
Y por mi mirada solo desfilaban arrogancia, amargura y odio

Me veo y me escucho
Y no encuentro en mi una dulzura y suavidad
Como la que en ti descubro, pero lucho
Por alcanzar tu Amor que liberta
Y que transforma lo vil en algo puro

Mis palabras dañan
Las tuyas sanan
Mis palabras se olvidan
Pero las tuyas trascienden en la eternidad

Mi mirada esta vacía
Y la tuya esta llena del fuego de tu Amor
Mi mirada no produce nada
La tuya basta para librar al pecador

Por eso mi Señor
Hoy vengo a decirte que

Como evitar llorar al adorarte
Como aquella mujer en casa de Simón el fariseo
Y estar postrados
Y derramar lágrimas sobre tus pies
Sobre las heridas de tus pies

Y besarlos
Y acariciarlos con nuestras mejillas
Mojadas por estas lágrimas de amor
Y poder manifestarte dulzura

Y que en cada lágrima que salga mi Señor
Sea manifiesta toda la dulzura
Que puede caber en este corazón caído
En este corazón de naturaleza caída

Este corazón de carne y sangre
Que anhela ser revestido de inmortalidad, de tu gloria
Por eso déjame, déjame apoyar mis mejillas y llorar
Amándote, adorándote como nos dio el ejemplo aquella mujer

Adorándote con toda la dulzura que puede caber
En este cuerpo mortal

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